Silus sabía que tan pronto como el poder cambiara de manos, como se
predijo, sería considerado un criminal. El nuevo emperador decretó que
todas las personas mayores de dieciocho años tenían que tener un
compañero permanente ya que la monogamia era la columna vertebral de la
sociedad.
Silus no creía en la monogamia y pensaba que el amor era sólo un constructo social creado por los poetas. Él luchó por sus ideales hasta el día en que lo atraparon y lo arrastraron ante su juez. El día del juicio final para Silus, llegó antes de lo que pensaba. Y las noticias eran graves. Silus era considerado como una amenaza para todas las buenas parejas de su país y fue condenado a muerte.
Su juez, Crash, quien era el hijo del emperador tenía un problema. Él iba a cumplir dieciocho años y aún era soltero. Cuando Silus fue llevado ante él, Crash de pronto se vio poseído por la lujuria. Hipnotizado ante la belleza de este chico malo vió entonces una solución rápida y placentera para su problema. Le daría a Silus un ultimátum, «cásate conmigo o muere».
Silus no creía en la monogamia y pensaba que el amor era sólo un constructo social creado por los poetas. Él luchó por sus ideales hasta el día en que lo atraparon y lo arrastraron ante su juez. El día del juicio final para Silus, llegó antes de lo que pensaba. Y las noticias eran graves. Silus era considerado como una amenaza para todas las buenas parejas de su país y fue condenado a muerte.
Su juez, Crash, quien era el hijo del emperador tenía un problema. Él iba a cumplir dieciocho años y aún era soltero. Cuando Silus fue llevado ante él, Crash de pronto se vio poseído por la lujuria. Hipnotizado ante la belleza de este chico malo vió entonces una solución rápida y placentera para su problema. Le daría a Silus un ultimátum, «cásate conmigo o muere».
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