Seis meses después de que Kit perdió a su hermano mayor por
un conductor ebrio, él está solo y sintiendo como si todo el mundo lo ha dejado
atrás. Le cuesta levantarse de la cama, para alimentarse, para hablar con sus
padres. Lo peor de todo, el hombre que ama, el mejor amigo de su hermano, no ha
hablado con él desde el funeral.
El artista del tatuaje Jason siempre planeó esperar hasta
que Kit fuera un poco más experimentado y maduro antes de que él le dijera a Kit
lo que sentía por él. Pero la muerte de Bear lo cambia todo, y Jason opta por
darle espacio a Kit para sanar.
Sin embargo, la próxima vez que se encuentran, Jason se
asusta de cuanto se ha deteriorado Kit, por lo que lo lleva a casa. Simplemente
preocuparse por Kit no es suficiente. Marcar a Kit con el tatuaje que él exige
abre una ventana, pero Jason todavía no está llegando a él, hasta que comienza
ordenar a Kit y ve cuan receptivo es Kit a su mano firme.
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