
No soy tan malo, de verdad. Me gusta la música clásica y Sinatra, las flores frescas en mi escritorio, y sí, he derramado una lágrima o dos en la noche mientras veía una película. Es sólo trabajo. Tengo responsabilidades y aspiro a dar lo mejor de mi en cada misión. Sí, me excedo en las cosas que podrían joder a los demás, pero así es como me hicieron. Diseñándome se lucieron, porque la idea de reunirse conmigo si estás mal tendría que ser terrible, ¿verdad? De lo contrario, ¿para qué ser bueno?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario