Fuera desde que era un estudiante de primer año en la
escuela secundaria, Nate conoce a Andy, que es hermoso y, por desgracia,
heterosexual. Son los mejores amigos en las buenas y en las malas hasta
que una broma lleva a Nate a una revelación sorpresa.
SI SÓLO hubiera sabido cuan al revés pondría mi mundo, nunca habría besado a Andy en ese maldito salón para banquetes.
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