Solía llamarlo Stardust, pero uno de mis amigos me dijo que se llamaba Jean. Lo conocí durante el verano, trabajé en el puesto de algodón de azúcar cuando el circo llegó al pueblo.
Estaba hecho de grandes sueños, la luz del sol y la sensación cruda de ser lo que nunca supe que existían antes que él. Sus ojos eran negros como el barro, sus labios eran del mismo color que el algodón de azúcar que vendía, y su sonrisa podía avergonzar a un eclipse solar.
Él era todo lo que yo no era. Fue el primer hombre que amé, y se fue sin que yo le dijera que la forma en que me miró me rompió el corazón. Ahora soy mayor, e incluso si ese circo nunca vuelve a pasar por el pueblo, todavía lo llamaré Stardust.
Estaba hecho de grandes sueños, la luz del sol y la sensación cruda de ser lo que nunca supe que existían antes que él. Sus ojos eran negros como el barro, sus labios eran del mismo color que el algodón de azúcar que vendía, y su sonrisa podía avergonzar a un eclipse solar.
Él era todo lo que yo no era. Fue el primer hombre que amé, y se fue sin que yo le dijera que la forma en que me miró me rompió el corazón. Ahora soy mayor, e incluso si ese circo nunca vuelve a pasar por el pueblo, todavía lo llamaré Stardust.
Hola!!!
ResponderBorrarSe ve una historia muy linda,
gracias por compartirla.😊💚😊
Besos!!💋💋