Travis está agotado. Él está tratando de mantener dos trabajos solo para pagar su renta. Si tiene que coquetear con algunas ancianas espeluznantes en el pub para obtener un poco de dinero extra en propinas, pues que así sea. Un día, tendrá a alguien especial esperándolo cuando regrese a casa del trabajo, ¿o es pedir demasiado? Ahora mismo no es el mejor momento para conseguir un novio de todos modos ya que Travis se está volviendo loco, pero un día...
De vez en cuando, Travis tiene la sensación de no estar solo y, a veces, ve cosas. Pero él trata de mantenerse positivo; tal vez hay un chico joven y robusto esperándolo en el loquero.
La existencia de Larry era aburrida hasta que Travis se mudó. Ahora pasa su tiempo mirando a Travis, fantaseando con tocarlo, besarlo... Sus noches de cine serían un poco más acogedoras si Travis supiera que está allí, pero a veces, hay que conformarse con lo que puedas conseguir. En lo que respecta a compañeros de casa, Travis es el mejor que ha tenido Larry, y no es culpa de Travis que no pueda ver a Larry… nadie ha podido hacerlo desde el día que murió.
Cuando Travis pierde uno de sus trabajos, tanto él como Larry temen por su futuro. Larry no puede imaginar estar sin Travis, y Travis está desesperado por encontrar una manera de pagar sus cuentas. Mientras Travis busca una solución a sus problemas de dinero, Larry tiene que decidir si está dispuesto a arriesgar la existencia como la conoce para tener la oportunidad de una vida mejor.
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